viernes, 4 de enero de 2019

GRAN BACHIMALA POR LA PUNTA DEL SABRE


GRAN BACHIMALA 3177m. POR LA PUNTA DEL SABRE 3136m

Cuantas ganas tenía de hacer esta ruta…!!!   Había sido tantas veces nuestro plan A y luego cambiado a plan B, que una vez realizada, aún sabe mejor. Y no creáis que no hubo dudas, las hubo.
 Ruta larga, tanto en distancia como desnivel. Con pocas horas de luz, sin saber el estado de la nieve y una cresta que según nos la encontrásemos, nos presentaría dificultades. Pero esto es lo que salió.

DATOS

COMPONENTES:    FRAN, JAIME Y YO
TIPO DE RUTA:    CIRCULAR
INICIO Y FINAL:   REFUGIO BIADOS (VIADOS)  1730m.
ASCENSIONES:    PUNTA DEL SABRE 3136m. Y  GRAN BACHIMALA 3177m.
DISTANCIA:    16.7km.
DESNIVEL:  1580m. (Acumulados. Tanto positivos como negativos)
DURACION:   10h. 10min.
MATERIAL NECESARIO:  
 Crampones y piolets así como guantes y ropa de abrigo. Frio extremo.
RESUMEN DE RUTA:

  Inicio en Biadós. Collado de la Señal de Biadós y acceso a la cresta que sube a la Punta del Sabre a través del Corredor Oeste. Punta del Sabre y cresta hasta el Gran Bachimala. Descenso por cresta Oeste (ruta normal) y vuelta a Biadós.


DESCRIPCION


JUEVES 3 ENERO 2019
 Llegamos al Refugio libre de Biadós a las 23h. El refugio cuenta con dos estancias. Un dormitorio con tres literas, cuyas camas inferiores ya están ocupadas por tres personas y un comedor con mesa y bancos. Intentando molestar lo menos posible sacamos nuestros sacos y nos disponemos a dormir. Colchón, almohada y mantas, en estado decente.

VIERNES 4 ENERO 2019
El despertador suena a las 6:20 y como nunca, los tres al unísono nos ponemos en pie. Desayunamos bien, damos un último repaso a la mochila  y nos disponemos a empezar.


Refugio libre de Biadós 1730m. 07:10 (00:00)
Aún es noche cerrada y hay que tirar de frontales. La ruta comienza por detrás del Refugio de Biadós, remontando un sendero en dirección norte, adentrándose en el bosque.
Al cabo de unos minutos, nos equivocamos. No tardamos en enmendar nuestro error y dar con el sendero bueno.
Ya sin más complicaciones, salimos del bosque y nos topamos con la pista que viene desde Tabernés.
Primeros resplandores de luz, asoman detrás del Posets

 No hay que seguirla, si no cruzarla y continuar al norte. Poco más adelante, vemos la Cabaña del Sarrau.


 Tampoco es necesario llegar hasta ella, pero lo hago para comprobar futuras posibilidades.
Cabaña del Sarrau


Seguimos remontando en dirección Norte hasta llegar a la loma que desciende de la Punta de Ixabre. Aquí, nuestro rumbo cambia al Este.


Esta cómoda loma gana altura suavemente, pero poco a poco se va afilando, sin llegar a plantear problemas.



Bordeando por el Sur una cota, en Iberpix 2596m., llegamos a un collado que separa esta de la Punta de Ixabre. Estamos a 2576m.

Desde este collado, debemos descender 40m. en sentido NW para alcanzar el Collado de la Gatera o Señal de Biadós. Hasta aquí, hemos pasado por algún nevero menor y evitable. Pero ahora la nieve gana espacio a la roca y aunque aun nos resistimos a ponernos los crampones, estos 40 metros hasta el collado están helados y nos exigen clavar bien nuestros talones.
Collado de la Señal de Biadós 2536m. 09:35 (+02:25)
Vista al Oeste. Al fondo asoman Monte Perdido y La Munia

Vista Este. Al Fondo, Maladeta-Aneto

El aire se hace notar sobre el collado y nos hace decidirnos por continuar por la normal y ascender solo al Gran Bachimala.


 Faldeamos por el oeste el espolón rocoso que desciende de la Punta del Sabre hacia el sur y remontamos la ladera nevada hasta una planicie en la que volvemos a valorar la situación.


Estamos sobre los 2700m y barajamos dos opciones. Vemos que una canal asciende hasta la cresta de la Punta del Sabre e incluso vemos huellas. Una opción es esta y la otra continuar con nuestro rodeo para subir al Bachimala por la normal. La canal es tan directa a la  cresta que optamos por esta. Además, tampoco queremos renunciar a hoyar la Punta del Sabre.

Comemos unos frutos secos y nos calzamos los crampones.

Pim pam, pim pam… vamos, no sin esfuerzo, ganando altura.


 La nieve a tramos helada y en otros nos hace hundirnos hasta la rodilla.


Llegamos a la cresta y nos encontramos un enorme paredón tumbado a favor.


 Estamos sobre los 2900m.


 Hay que quitarse los crampones, toca roca.
Siguiendo algún hito y en ocasiones la intuición, salvamos  otros 100 metros más de altura con alguna breve trepada sin importancia.
Continuamos por la cresta. 



Al principio sin complicación ninguna, pero poco a poco se va afilando con algún paso aéreo.


Para llegar a la Punta del Sabre aún nos queda salvar otro “muro”, este más vertical y roto.

Los hitos nos van guiando, aunque en ocasiones manchas de nieve helada e hielo, nos hacen de dar algún rodeo.



A tramos el desnivel se salva simplemente andando entre bloques y en otros, trepando por una canal con buena roca.

Parece que no llega nunca la cima. Pero al final se consigue.



PUNTA DEL SABRE 3136m.  12:10  (+05:00)
 Buena batalla nos ha costado llegar hasta aquí. 


Pero las vistas son fantásticas y aunque nos hacen olvidar el esfuerzo, en la cumbre no hace para esta mucho tiempo.

 El frio y las ráfagas de aire racheado arrecian de lo lindo y hacen que miremos el resto de la cresta que nos separa del Bachimala, con mucha reticencia.


Hacemos las fotos justas y continuamos.


Si bien la cresta no reviste apenas dificultad, el problema es el viento y que el terreno es mixto de roca, nieve e incluso hielo. El “patio” también condiciona en algún punto.


Las rachas de viento van incrementando en intensidad a medida que avanzamos y un tramo más complicado y con nieve, nos exige calzarnos de nuevo los crampones.

 El viento por momentos nos hace detenernos y aferrarnos a la roca para no desequilibrarnos. 



Pero tras casi una hora, llegamos al final de las dificultades.

Ya abrigados con todo, remontamos la última pala que nos lleva al Gran Bachimala.
GRAN BACHIMALA 3177m.  13:15 (+06:05)
Las vistas son impresionantes, pero el frio y el viento ahora continuo, son insufribles. 


No podemos beber. El agua se nos congeló hace tiempo dentro de las mochilas y las agujas de hielo nos acribillan la cara. Saco el móvil, nos hacemos la foto de cumbre…


Pero cuando me dispongo a hacer unas panorámicas de las fastuosas vistas que tenemos, el móvil se apaga. En estas condiciones se niega a trabajar. Mis compañeros apenas 20 segundos después de llegar a la cima empiezan a bajar. Yo insisto intentando encender el móvil sin guante, pero no hay forma. Una y otra vez se apaga por el frio extremo y mi mano empieza a no reaccionar a mis intentos de encenderlo. Decido poner fin al suplicio e intento sin éxito ponerme el guante en condiciones. Meto como puedo la mano en el guante, pero en forma de puño sin estirar dedos y comienzo el descenso por la fácil cresta oeste del Bachimala.

No tardo en dar alcance a mis compañeros que me indican que hay gente subiendo por la “normal”
¡Dios! Es frio y el viento son punzantes y descendemos rápido y sin pausa hacia ellos que se encuentran parados como dudando seguir.
La arista a dado paso a una pala de nieve helada y en pocos minutos estamos a la altura del grupo que intenta subir. Siguen en el mismo sitio y nos preguntan que tal hace arriba. Pues que va a hacer….. Si aquí, sobre los 3000m hace muy, pero que muy malo, imaginaros arriba. Eso no tiene nombre.

Dejamos al grupo con su titubeante marcha y seguimos descendiendo.


 Otro tramo continuo de roca paralelo a la cresta que desciende hacia el Barranco de Bachimala, nos obliga a quitarnos de nuevo los crampones. 


Tengo que obligar a la mano izquierda a emplearse a fondo, pues la derecha está para pocos trotes. Al menos consigo ahora enfundármela bien en el guante.

Para bajar de la cresta hacia la vertiente del citado barranco hay que descender por una empinada y rota canal. Por aquí deberíamos haber subido si hubiéramos optado por realizar solo el Bachimala. Ahora me alegro, aunque hayamos pasado lo nuestro en la cresta,  de nuestra elección.
Vemos el sitio donde nos calzamos por primera vez los crampones y ponemos rumbo allí para parar a comer un poco.


Aquí el viento ya no es tan molesto y se está a gusto. Mientras comemos, observamos un flanqueo para no tener que llegar hasta el Collado de la Señal de Biadós y acortar el regreso.
Para ello hay que bajar hasta el Barranco de Bachimala por una pala de fuerte inclinación y helada. De nuevo, a calzarse….
Una vez abajo nos encaramamos la otra vertiente del barranco remontándola en oblicuo hasta llegar a la Creta por la que subimos esta mañana, dirección al Collado de la Señal de Biadós.


Ya por última vez, nos quitamos los crampones y comenzamos a descender por la cómoda loma.
Vistas atrás para ver nuestro recorrido.



El tiempo nos apremia, pues la tarde va acabando.



Y volvemos a ver la cabaña del Sarrau.


 Así que a buen ritmo...


 ...descendemos sin apenas pausa hasta llegar a Biados.



Al llegar al refugio, el atardecer nos ofrece un último espectaculo increible.
El ocaso sobre el macizo del Posets, nos indica por igual, el final de la tarde y tambien de nuestra ruta.



Nos vemos en las montañas! NAMASTE

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